lunes, 1 de mayo de 2017

Bajo el control de una máquina, o de quién?

    Si ayer mismo escribí sobre la película iBoy, dónde la tecnología insertada en el cuerpo es fantástica. Hoy voy a comentaros algo sobre la serie The travelers (Los viajeros). También de Netflix. La serie podría basarse en sucesos del tipo como los que le pasaron a Paul Amadeus Dienach. Un hombre de principios del siglo XX que cae en coma y despierta con otro cuerpo en el año 3906. Este caso lo comenta Vicente Fuentes en un vídeo titulado: El hombre que cayó en coma y despertó en el año 3906

    Haciendo la salvedad de que lo puedas creer o no, el caso es que yo sí creo en que la conciencia pueda desplazarse. No a otro tiempo, pues bajo mi entender el tiempo no existe. Pero sí a otra dimensión y ocupar otro cuerpo. Pues eso, precisamente, es en lo que se basa la serie Los viajeros.

    La serie me parece genial. Sólo le veo un defecto. El organizador de los viajeros es una inteligencia artificial basada en tecnología cuántica. Y yo me pregunto: ¿Por qué cojones tenemos que dejar nuestra vida en la decisión de una jodida máquina? Aunque, en cierto modo: ¿Por qué leches tenemos que dejar nuestra vida en manos de políticos corruptos, qué sólo son marionetas de multinacionales despreciables?

    La clave está en que hemos aceptado un sistema social injusto y pensamos que las máquinas al ser artefactos sin sentimientos, puro cálculo, son o serán la solución a nuestros problemas de una manera justa. No hay nada más lejos de la verdad.

    Las máquinas lo único que hacen es procesar grandes cantidades de información con algoritmos descritos y programados por personas. Y esas personas trabajan mediante "ensayo y error". Pero una máquina no coge ni cogerá nunca conciencia de sí misma, ni sabrá lo que es bueno o malo para una o varias personas. Porque lo único que tienen y tendrán son algoritmos, que pueden estar equivocados. O pueden ser aplicados unas veces correctamente y otras su aplicación puede ser errónea.

    Y al igual que hemos aceptado a políticos corruptos (pues los seguimos votando) y sistemas económicos degradados (como el sistema bancario actual) también aceptaremos una inteligencia artificial mal programada.

    El paso intermedio para caer en este gran error está en el vídeo (también de Vicente Fuentes): Nos conectaremos a un internet cerebral en 2050.


    En el que habla del "visionario" Elon Musk. El cual prevé que nos conectaremos a máquinas mediante dispositivos tecnológicos. Igual que en iBoy. Lo siguiente sería ceder tu voluntad y/o bienestar a un programa que decide lo que es mejor o peor para cada persona y el grupo. Doy por sentado qué, estando bien o mal programado, las generaciones venideras (si seguimos esta posibilidad) le darán el control total a una máquina. Para ese entonces, entrarán en un auténtico mundo matrix. Será su fin. Sin ninguna duda.

    El motivo del principio del fin está en el señor y los de su entorno, del que escribí hace muy poquito. El monstruo: David Rockefeller.

    Este grupo se denomina así mismo como la élite (élite porque mueve bien el dinero, nada más). El grupo o grupos del Nuevo Orden Mundial quiere ponerte un chip en el coco para que hagas exactamente lo que ellos quieren. Nosotros le damos el poder actualmente porque creemos más en el dinero que en nuestras propias capacidades, aptitudes o pasiones para alcanzar nuestra realización. Todo lo hacemos por el puto y cochino dinero. De esta forma nuestras metas son en realidad sus metas. Y buscando la felicidad (que en realidad no es nuestra) y el bien personal y común (cosa que no sabemos ni lo que es) le damos el poder de nuestro control personal a una máquina, mal programada, que está bajo el control de una élite corrupta y psicopática. Fin de la historia.

    @eltiopacote
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