lunes, 11 de julio de 2016

Carta a un torero

     A ti, toreador, a ti que torturas a los toros. Tú que decidiste desde pequeño dejar los juguetes a un lado para dedicarte al arte de torturar animales. No decidiste ser bombero, doctor, o ingeniero. Preferiste saber cual es la mejor forma de acabar con un ser vivo poco a poco, de una forma horrible.

     Efectivamente, no sé lo que es un toro a menos de 10 metros y con protección de por medio. Como tampoco sé lo que es un león, un tigre de bengala, un oso grizzly o un ornitorrinco. Solo sé que viven, o deberían vivir en libertad y no acabar sus días torturados.

     No me río, ni me reiré de las desgracias ajenas. Tampoco te diré »te los tienes merecido«. Tú simplemente has decido ponerte delante de un toro. Como otros deciden ponerse a 400 km/h en un coche. Solo que los segundos no juegan con la vida de otro ser vivo ni lo torturan. Pero tampoco me toque los cojones diciendo que no sé lo que es un toro.

     Todo el tiempo que pierdes pensando en como matar al toro podrías pasarlo estudiando física, astrofísica o física cuántica que está muy de moda. Lo mismo tendríamos más Einstein, Planck o Bohr y menos paletos en toda España.

     Pero hazme un favor, sr. torero. Si quieres demostrar tu valor, y sabiendo que el hombre es lo peor para el hombre, haz que vuelvan los gladiadores. Hazte gladiador. Mataros entre vosotros y dejad al resto de animales en paz. Harías el mayor favor a la humanidad y al resto de animales.

     @eltiopacote
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